
La liberalización del mercado de telecomunicaciones en España, iniciada con la ley de 1996 que permitió la entrada de nuevos agentes operadores en el sector, fue el principio de un camino progresivo que generó ventajas comerciales tanto para los operadores como también para los usuarios que pueden escoger entre una amplia oferta en telecomunicaciones.
Inicialmente esta liberalización del mercado de las comunicaciones en España tuvo un despegue discreto motivado por la falta de infraestructuras. Esta situación llevó a los nuevos operadores a cubrir esas carencias y lograr el desarrollo necesario para obtener una competitividad real.
Hoy en día, sin embargo, la situación del mercado de telecomunicaciones en España es de una igualdad bastante equitativa, basada principalmente en la compra de unas compañías a otras, para poder ofrecer un nivel empresarial suficientemente grande como para competir en el sector.
Los tres grandes operadores que apuestan por paquetes conjuntos de servicios
Con las recientes operaciones de compra por parte de Orange sobre Jazztel y de Vodafone sobre Ono, el mercado de telecomunicaciones en España se encuentra concentrado principalmente en tres grandes operadores.
De esta forma, Orange, Vodafone-Ono y Telefónica son las tres principales empresas que actúan en la red de telecomunicaciones nacional. La razón de que se hayan agrupado de esta forma es que la oferta de paquetes conjuntos de servicios (telefonía fija y móvil, Internet y televisión de pago) requiere tanto de infraestructuras como de inversión económica para una competitividad real.
Independientemente de qué empresa tiene mejor servicio de banda ancha o cuál de todas presenta la combinación de servicios más económica para el cliente final, lo cierto es que la oferta global de telecomunicaciones es bastante similar entre todas ellas.
Pero lo importante es, sobre todo, que apuestan por un servicio integral de todas las necesidades en telecomunicaciones del usuario (que no son pocas), intentando de esta forma que se elimine la opción de tener el servicio de telefonía móvil con una empresa y el de internet con otra.
Además de un ahorro económico para el usuario y una cuota de mercado más homogeneizada, también hay un objetivo secundario derivado de este nuevo panorama de redes de telecomunicaciones en España: el intento de eliminar a pequeños operadores que ofrecen un servicio concreto.
Mientras que en servicios de internet y televisión este objetivo parece haberse cumplido de momento, la telefonía móvil sigue presentando varios agentes a tener en cuenta. El último en entrar al juego del mercado ha sido Euskaltel, que recientemente ha salido a Bolsa y ha cubierto el hueco dejado por la desaparición de Jazztel.
Junto a Euskaltel, otro nuevo operador de significativa importancia es Masmovil. Tampoco hay que obviar la presencia de empresas como Yoigo, que cuenta con su propia red y puede ser considerado como el cuarto operador importante a nivel nacional o Pepephone, Simyo y otras OMV (operadores móviles virtuales, o sin red propia), cuyas ofertas en el sector concreto de internet son muy económicas y muchas veces sin permanencia, pero cuya capacidad e infraestructura no les permite ofrecer servicios integrados.