Según el informe de la Beecham Research, las redes WAN de baja potencia (LPWAN) son la mejor baza para que las aplicaciones M2M y del Internet de las Cosas (IoT) desarrollen todo su potencial. En la actualidad, ambos entornos tienen limitaciones tanto por la inversión necesaria como también por cuestiones relacionadas con la distancia de la fuente de energía. Las redes LPWAN parecen solventar estos problemas al ofrecer bajo consumo de energía, coste reducido y largo alcance.
El informe sitúa la aplicación de redes LPWAN para el año 2020 en el 26% de la conectividad total del IoT, con cerca de 350 millones de conexiones. Hoy en día las redes móviles tradicionales tienen prácticamente el monopolio de la conectividad entre máquinas.
Hay también en el informe otros detalles del impacto de las redes LPWAN en el futuro de las comunicaciones, como es por ejemplo el ancho de banda. En forma complementaria a la evolución hacia el 4G o el 5G para abastecer la creciente necesidad de ancho de banda, las redes LPWAN suponen la mejor alternativa para aquellas aplicaciones que precisen un bajo ancho de banda, ya que no todas tienen las grandes exigencias del Big Data. Aunque las LPWAN abarquen mayor cuota de mercado, no hará desaparecer las redes móviles tradicionales, únicamente mejorará aquellos campos en los que éstas se encuentran limitados.

La evolución de estas redes continúa. Actualmente las redes LPWAN son efectivas en la distancia corta, pero se ha observado que mediante el uso de bandas ICM (Industrial, Científica y Médica), se ha podido llegar a distancias de entre 5 y 10 km en zonas urbanas e incluso de hasta 50 km en zonas rurales.
Otra opción es la posibilidad de utilizar la banda de televisión TVWS (TW White Spaces), que se ubica en el espectro utilizado para radiodifusión entre el VHF y el UHF. La conectividad en esta banda alcanza los 10 km de distancia y tiene mayor estabilidad en zonas urbanas y edificios que la tecnología 4G actual.
Por tanto, las redes LPWAN tendrán EL rol de cubrir los requerimientos de baja capacidad para los despliegues de IoT. En forma paralela, las aplicaciones que utilicen mayor ancho de banda, interactivas o en tiempo real, continuarán utilizando las redes 4G y las futuras 5G.