El ritmo de la innovación nunca había ido tan rápido como hoy en día. Dentro de poco, habrá en el mundo más de 50 billones de dispositivos conectados. Las conexiones móviles superarán considerablemente en número al de las personas y la mitad de todos los bastidores se alojarán en centros de datos cloud y especializados.
Sin embargo, aunque el crecimiento explosivo de las conexiones entre empresas, personas y cosas está cambiando la forma de hacer negocios y trae oportunidades sin precedentes, los directivos dudan a la hora de elegir su estrategia IT.
Las aplicaciones definirán la infraestructura
Las empresas que se preguntan "¿cómo preparar el centro de datos para el futuro?" no han sabido captar la revolución fundamental que ha tenido lugar. El centro de datos ya no es solo un recurso de negocio: es el corazón del negocio. Ya no es una cuestión de tecnología, sino de estrategia.
Las aplicaciones que utiliza la empresa deben ser el foco primario sobre el que determinar las necesidades de infraestructura y así preparar la mejor base para la competitividad futura. El objetivo final es brindar nuevas capacidades de negocio; dichas capacidades se ofrecerán a través de los recursos IT que sean más efectivos.
A largo plazo, esto será aún más importante. Conforme aumenten exponencialmente la capacidad tecnológica de la empresa, las cargas de trabajo y su complejidad, las compañías que no puedan seguir el ritmo no sólo perderán cuota de mercado, sino que se arriesgan a perder el control de su negocio.
Para sobrevivir y prosperar, las empresas tendrán que recoger y analizar la información derivada de sus interacciones: esto permitirá tomar decisiones y reaccionar a nuevas demandas con más agilidad, basándose en el análisis de datos.
Evolución híbrida
La mayoría de los directores IT piensa en la adopción de la nube. Los pesos pesados del sector, como Microsoft Azure, Amazon Web Services e IBM SoftLayer, compiten para ofrecerles menores costes y más agilidad.
Sin embargo, mientras la migración a la nube se ve como esencial, la mayoría de las empresas sigue incrementando sus recursos IT en un proceso de ensayo y error. De hecho, de acuerdo con 451 Research, la falta de recursos y de experiencia es el obstáculo número uno para la adopción de la nube, por delante de las preocupaciones sobre la seguridad. Esta insuficiencia de habilidades hace también que sea difícil evaluar el coste de la transición a la nube o el medir sus beneficios para el negocio.
Como consecuencia, las empresas están adoptando soluciones híbridas, con un 49% de las mismas implementando una combinación de infraestructura propia y de terceros, tales como proveedores de nube o de servicios de colocation. En el año 2018, una quinta parte de las aplicaciones estará alojada con proveedores cloud, mientras que uno de cada siete estarán en un proveedor de colocation.
Una base sólida para la infraestructura IT
Para prepararse para el futuro y utilizar los recursos adecuados, las organizaciones enlazan sus estrategias IT y de negocio a través de tres vectores:
- Centrarse en aplicaciones y no en sistemas. ¿Puede la empresa añadir valor reinventando la tecnología e integrándola en el cloud?
- Garantizar que las aplicaciones estén en los lugares correctos. Diferentes cargas de trabajo deben tener diferente tratamiento, ya sea alojadas en el centro de datos propio, en un CPD especializado o bien en modo cloud.
- Implementar una estrategia de red adecuada. ¿Cómo conectar mejor las cargas de trabajo, aplicaciones y datos?
En un mundo de tecnología híbrida, la pregunta es cómo conectar de forma eficiente la infraestructura existente con la nube. Las empresas deben asegurarse de que sus aplicaciones se encuentran en los lugares adecuados y con la mejor conectividad para dar el máximo rendimiento.
Adoptar un modelo híbrido de colocation (alojando la infraestructura IT propia en un centro de datos especializado, junto a los puntos de acceso privado a las nubes públicas) ofrece una base sólida para el futuro. Alojarse en un CPD que ofrece acceso inmediato a los grandes proveedores cloud a través de una conexión única y segura, significa que se pueden reducir costes de infraestructura, seleccionar fácilmente la nube adecuada para cada carga de trabajo, aumentar la disponibilidad y reducir la latencia.
Los modelos híbridos ofrecen muchas oportunidades, aunque no hay una solución única para el futuro. Cada organización debe evaluar estratégicamente sus propias necesidades y trazar el mejor camino para aumentar las capacidades existentes.