Así como la tecnología de los coches Mercedes Benz de Fórmula Uno llega pasado un tiempo a los conductores de coches convencionales, en el caso de los centros de datos y de los departamentos IT corporativos les llegan también las mejoras en eficiencia y automatización que usan los proveedores cloud a hiperescala.
Desde los equipos de refrigeración hasta la automatización de tareas, todo es fundamental en los centros de datos para incrementar la eficiencia y reducir los costes. Se busca sacar partido de la tecnología puntera para así conseguir un efecto de realimentación, de la misma forma que en una carrera de coches quienes van detrás aprovechan ese famoso “efecto de succión” que deja quien va encabezando la competición. Y es que la tecnología es también una carrera: mientras los grandes avanzan, el resto se esforzará por aprender de sus procesos y tomar las decisiones adecuadas para el negocio, teniendo la eficiencia como uno de sus objetivos.
Reflexiones sobre la redundancia
Hasta hace muy poco, la mayoría de las empresas utilizaban una estrategia de redundancia 2N para su infraestructura IT, en la que se instalaba el doble de lo necesario de cada componente para las operaciones básicas. Por ejemplo, si una empresa necesitaba 10 servidores para operar normalmente, una infraestructura 2N requeriría 20 servidores. Este tipo de requerimiento ha evolucionado y ahora se utiliza una arquitectura combinada, porque hay más diversidad en las aplicaciones y menos dependencia en la infraestructura física.
Por ejemplo, muchas empresas utilizan una configuración N+1 mediante la cual se mantiene solo un componente de infraestructura adicional a lo que necesitan las operaciones normales. La virtualización y la resiliencia de las aplicaciones inherentes a la arquitectura cloud han ayudado a los clientes a reducir su dependencia del hardware.
Hace falta abandonar la idea de que la redundancia y la resiliencia deben incorporarse a cada pieza de hardware para evitar fallos. En vez de esto, es crucial extraer el software del hardware para que pueda ejecutarse en cualquier aparato y luego adoptar aplicaciones diseñadas para sobrevivir a los fallos de hardware. Queda aún mucho camino por recorrer para que se generalicen estas prácticas.
Modernizarse en el entorno corporativo no es tan fácil como apretar el acelerador en una carrera. Son procesos que necesitan etapas, cambiando las características de los sistemas de gestión. Se necesita un avance fluido y metódico en la aplicación de nuevas tecnologías.
La enseñanza de los grandes proveedores cloud
Se observa una tendencia a tomar como referencia modelos de centros de datos como los de Google o Facebook para buscar la forma de hacer más eficiente el almacenamiento virtual.
En centros de datos comienza a ver el uso de redes definidas por software para reducir gastos. Facebook, Azure y AWS utilizan hardware estándar para construir sus propias versiones de enrutadores. Tras conseguirlo, algunas grandes empresas con infraestructuras hechas a medida, como Facebook y LinkedIn, han compartido sus diseños. De esta forma, empresas más pequeñas pueden replicar las buenas prácticas de los gigantes de internet.
Los operadores de centros de datos a hiperescala saben cómo reaccionar ante cualquier situación en cualquier lugar del mundo donde operen. Tienen planes de contingencia, manuales y metodologías para eventualidades y situaciones inesperadas. Las empresas más pequeñas o más tradicionales no cuentan con esta estructura, y dependen de la pericia de profesionales que saben cómo manejar diferentes situaciones por experiencia.
Automatizar para alcanzar la eficiencia
La eficiencia de los operadores a hiperescala, proviene en gran parte de la automatización de procesos manuales y el uso de servidores más uniformes. Muchas empresas han comenzado a reducir la variedad de tipos de servidores y máquinas virtuales instalados en los centros de datos. A mayor homogeneidad, mejor administración de la carga IT.
Para alcanzar la máxima eficiencia, los operadores de centros de datos necesitan predecir las cargas IT reales de los bastidores, lo cual es difícil para la mayoría de las grandes empresas. Los proveedores de servicios cloud a hiperescala han conseguido hacerlo. Usualmente, manejan densidades de hasta 15 kW por rack, cinco veces más que la densidad promedio de la mayor parte de los centros de datos actuales. Más allá del número, la eficiencia en la predicción de las cargas es un elemento clave para la gestión eficiente de las infraestructuras.
También se están desarrollando soluciones novedosas para la gestión de los centros de datos. En el caso de Google, han comenzado a utilizar la inteligencia artificial (IA) para gestionar la refrigeración en sus centros de datos, consiguiendo un ahorro anual cercano al 10%.
Cualquier departamento IT aceptaría encantado un ahorro de ese tipo. Una ventaja que ahora solo está al alcance de pocos, pero que en un futuro estará disponible a nivel comercial. Un ejemplo más de cómo la eficiencia de un centro de datos a hiperescala marca el camino a seguir en el sector.