Hoy en día, la conectividad de todo el continente latinoamericano depende casi en su totalidad de cables submarinos que les unen a Estados Unidos. Existen nueve cables que unen Europa y Sudamérica, aunque solo uno de ellos lo hace en forma directa, a pesar de que la distancia a Europa desde Fortaleza (Brasil) en menor que la distancia a Miami. Para corregir esta situación y proporcionar mayor privacidad en las comunicaciones y menor latencia se ha desarrollado el proyecto de EllaLink.
EllaLink es un nuevo cable submarino que estará terminado en 2019 y unirá Brasil con España a través de Portugal, sin pasar por Norteamérica y evitar así posibles filtraciones de información. Además, la legislación relativa a protección de datos en ambos países es más amplia y completa que la utilizada en EE.UU. La elección de Brasil como punto de llegada se debe a que es el mercado de ancho de banda con mayor y más rápido crecimiento de la región.
Hay varios motivos para que este proyecto se haya materializado:
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Los proveedores europeos de servicios cloud ofrecen entornos más seguros para las empresas de Latinoamérica.
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Las corporaciones multinacionales con sedes en ambos continentes presentan una demanda de conectividad de baja latencia y mayor capacidad.
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Ambas regiones buscan diversificar sus comunicaciones internacionales por razones estratégicas y de seguridad.
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Hay una demanda por reforzar las telecomunicaciones para las áreas de educación y de investigación, que ya desarrollan actividades de colaboración muy fructíferas.
EllaLink contará con cuatro pares de fibra óptica y tendrá una longitud de unos 10.000 kilómetros. Su capacidad, de 72 terabits por segundo, reducirá el tiempo actual de transmisión de datos en un 40%, permitiendo a Latinoamérica transmitir 7 veces más datos que en la actualidad. Se conectará a centros de datos en San Pablo, Lisboa y Madrid, y en el futuro ampliará su alcance en América del Sur. También podrá extender su recorrido para llegar a las islas Canarias, Madeira y Cabo Verde.
Con un modelo de neutralidad, el cable podrá ser utilizado por cualquier operador. Sus beneficios se verán en la mayor calidad, fiabilidad y confidencialidad de las conexiones entre Iberoamérica y Europa. Así, se espera reforzar las telecomunicaciones entre los dos continentes, mejorando la capacidad, la velocidad y la seguridad de los datos.
Alcatel Submarine Networks, será la encargada del tendido del cable. El proyecto, subvencionado con 25 millones de euros por la Unión Europea, está a cargo del consorcio formado por la empresa española IslaLink, la brasileña Telebrás y Cabos Brasil Europa.