En un sector dominado por los gigantes como Amazon Web Services, Microsoft Azure o Google Cloud, una multitud de empresas pequeñas y medianas retienen un significativo porcentaje del negocio cloud.
El último reporte de Gartner sobre tendencias en la nube revela que los pequeños operadores de servicios de cloud pública han incrementado un 13% su negocio en 2016. Aunque AWS sigue dominando a nivel mundial con un 44% del mercado y MS Azure crece a pasos agigantados, un 41% que utiliza servicios en la nube ofrecidos por integradores de sistemas o por proveedores especializados en diferentes nichos de mercado.
David contra Goliat
Las empresas han cambiado su estrategia, y evolucionan de un modelo de infraestructura IT propia hacia un modelo híbrido con servicios cloud. Este crecimiento en la demanda ha impulsado la expansión del ecosistema de la nube. Sin embargo, hay también proveedores a nivel mundial cuyos proyectos cloud han transitado por caminos complejos: VMware vendió su negocio cloud a OVH, tras ser incapaz de hacerlo funcionar; Cisco tuvo que cerrar su proyecto cloud, para el cual había realizado una inversión de mil millones de dólares. El año pasado Hewlett Packard cerró y volvió a abrir sus servicios en la nube, tras una profunda reforma. La última en lanzarse al ruedo es Huawei, con el objetivo de convertirse en uno de los cinco proveedores de referencia en 2018 y competir en el mercado chino con Alibaba y con Tencent.
Relaciones simbióticas
Mientras algunos de los gigantes tecnológicos encuentran dificultades en el desarrollo de los servicios cloud, una multitud de proveedores a pequeña escala aprovechan las fuertes relaciones que han cultivado con sus clientes para conquistar nichos de mercado a nivel local, centrándose en ofrecer servicios en la nube a medida y muy especializados.
Aunque la escala de su infraestructura no les permita igualar la escala de servicios de los grandes nombres del mundo cloud, estos pequeños proveedores están mucho mejor posicionados para apoyar la migración a la nube de sus clientes. Frente a un proceso que requiere asesores de confianza, comprensión del negocio y soluciones personalizadas, un proveedor local es percibido con mucha mayor cercanía y seguridad que los gigantes del mercado cloud.
En este panorama, las divisiones regionales de Amazon, Google y Microsoft comienzan a trabajar junto a proveedores locales para generar proyectos más competitivos y con beneficio mutuo. Al reunir la experiencia de la automatización de servicios y el conocimiento específico del segmento, los proveedores de pequeña escala pueden ofrecer soluciones únicas y más versátiles en su asociación con las grandes empresas.
Las previsiones apuestan por un incremento de estas alianzas que ampliarán tanto el impacto del modelo cloud en las empresas como los beneficios para los proveedores cloud locales, en un mercado que en 2016 alcanzó los 22 mil millones de dólares a nivel mundial. Los proveedores de menor tamaño pueden mantener y hacer crecer su porción de mercado gracias a su diversidad: son atractivos para cubrir demandas muy específicas, que pueden ir desde servicios de big data a resiliencia en la nube. Aunque no obtengan grandes titulares, habrá que prestarles atención porque su peso seguirá siendo relevante.