La llegada de la tecnología cloud ha significado un profundo cambio en la gestión de los recursos IT en las organizaciones empresariales. La necesidad de contar con infraestructuras ágiles para satisfacer las necesidades de movilidad de los usuarios y de las nuevas aplicaciones se resuelve hoy con recursos en la nube, además de los centros de datos propios o de terceros.
Este enfoque híbrido se está aplicando tanto a cargas de trabajo relacionadas con la productividad como a las aplicaciones específicas del negocio, que también multiplican su presencia entre la nube pública y las instalaciones locales.
Es entonces que se percibe la transformación del centro de datos: ya no es la instalación exclusiva y única desde la que se desarrolla el negocio, sino un elemento más entre una colección de recursos que se utilizan de forma flexible según los requerimientos.
La democratización de la tecnología puntera
Junto con la agilidad a la hora de agregar nuevos recursos, es indudable que el modelo cloud tiene un gran atractivo al mirar los costes. Ya no es necesario movilizar recursos de capital para adquirir equipamiento IT, sino que se contratan servicios a medida. Y es aquí donde también se encuentra una tercera ventaja, y es el acceso a tecnologías a las que muchas empresas no tendrían acceso si no adoptaran soluciones híbridas. Es el caso de la inteligencia artificial (AI) o el aprendizaje automático (machine learning), que en muchos casos las empresas no podrían utilizar, ya fuera por falta de conocimiento o de presupuesto, si solo contaran con recursos IT on premise.
Un nuevo mundo… y una nueva conectividad
El despliegue en la nube trae consigo una nueva relación entre las plataformas y aplicaciones IT con la conectividad. Cuando solo se contaba con el centro de datos local, éste ejercía un papel de liderazgo y la conectividad se gestionaba en un segundo plano, dependiente del CPD.
Sin embargo, en los despliegues híbridos las conexiones adquieren un papel preponderante por ser claves para la experiencia del usuario: no importa qué tan buena sea la aplicación si no se ejecuta adecuadamente en cada dispositivo.
La conectividad híbrida puede ser difícil de implementar. Es fundamental planificar con antelación y utilizar herramientas de gestión adecuada. La disponibilidad y la seguridad deben estar a la cabeza de las prioridades para interconectar todos los recursos, incluido el centro de datos local. En la infraestructura cloud cualquier pequeño fallo puede desatar una reacción en cadena con consecuencias imposibles de prever para el negocio.
Empezar desde el principio, otra vez
Cuando se cuenta con un centro de datos local y se suman plataformas cloud, es usual agregar servicios de conectividad a los ya existentes para acceder a la nube. A pesar de la razonable que parezca, este enfoque puede traer como consecuencia una gestión muy dificultosa de las interconexiones, generando problemas de rendimiento o visibilidad.
El mejor consejo en estos casos es replantear íntegramente la conectividad desde el inicio del proyecto híbrido. El proyecto debe abarcar tanto los recursos cloud como el centro de datos local, con una solución integral que incluya múltiples proveedores y tecnologías para asegurar la resiliencia y confiabilidad de las conexiones.
Accesos seguros a la nube
Ancho de banda, latencia y disponibilidad: estas son las tres características que debemos incluir en el proyecto de interconectividad, junto con niveles de servicio adecuados a las exigencias de las plataformas y de los usuarios. Es aquí cuando conviene buscar soluciones más allá de internet.
Las conexiones a través de internet serán las que utilicen, por ejemplo, los clientes para conectarse a nuestra página web o los trabajadores que estén fuera de la oficina. Pero en lo que se refiere a las conexiones entre aplicaciones o a través de diferentes plataformas, la solución no pasa por internet: hay que buscar conectividad segura, privada y escalable, con baja latencia.
Interxion cuenta con la plataforma Cloud Connect, que ofrece conexiones a las principales plataformas públicas con alto nivel de servicio y es gestionable a través del portal de clientes. Además, ofrece la agilidad necesaria para dar de alta conexiones adicionales con la misma rapidez que se lanzan los servicios en la nube,
En resumen: en la empresa del mañana, el centro de datos local se convertirá en un recurso más de la infraestructura IT, seguro y bien conectado para cumplir con las necesidades de agilidad y disponibilidad que necesita el negocio.