Conectividad e inteligencia artificial para transformar los aeropuertos

La próxima década traerá cambios sustanciales para mejorar la experiencia de los pasajeros y aumentar la eficiencia de los aeropuertos

Según las previsiones del sector de transporte aeroportuario, el número de pasajeros se duplicará de aquí a 20 años, pero la ampliación de las infraestructuras no será suficiente para mantener el ritmo. Por este motivo, se acelera la aplicación de nuevas tecnologías para hacer las instalaciones más eficientes.

Para hacer frente a la avalancha de viajeros, los aeropuertos tendrán que resolver los problemas actuales, como bloqueos en la operativa o información en compartimientos estancos. Los pasajeros del futuro necesitarán circular con mucha fluidez en instalaciones hiperconectadas y dotadas de inteligencia artificial (IA). Detallamos aquí algunas de las nuevas capacidades con que contarán los aeropuertos en los próximos 10 años.

1. Más conectividad y automatización

Los sensores se multiplicarán y la información que transmitan a través de redes 5G se almacenará en data lakes. Los datos se analizarán en tiempo real para mejorar las operaciones y la experiencia de los pasajeros. Con el aumento de las operaciones just-in-time, la conectividad móvil de alta velocidad será un elemento vital para las tareas de misión crítica. El autoservicio y la automatización a través de robots y vehículos autónomos se multiplicarán en cada instalación. Las redes 5G permitirán conectar y cruzar datos masivos de gran cantidad de objetos (desde maletas hasta remolcadores de aviones), acumulando información para predecir mejor los posibles fallos o picos de demanda.

2. Inteligencia artificial y colaboración

La IA facilitará compartir las operaciones en tiempo real con todas las partes implicadas en la gestión del aeropuerto. Tecnologías como la de Digital Twins, simulaciones computarizadas que extraen datos de las operaciones aéreas e instalaciones del aeropuerto, se utilizarán para visualizar, simular y hacer predicciones de futuras acciones. De esta forma se pueden identificar áreas de mejora y automatización, como por ejemplo la disponibilidad de suficiente personal de migraciones si aterrizan varios aviones de gran capacidad a la misma hora, o la limpieza cuando hay congestión de pasajeros en alguna zona de espera. Por otra parte, la colaboración entre las diferentes empresas y organizaciones que trabajan en los aeropuertos será clave para que la experiencia del viajero sea impecable: el propio aeropuerto, agencias de gobierno, aerolíneas, tiendas y otros servicios en tierra. Y en una segunda instancia la colaboración se extenderá para desplegar redes de aeropuertos interconectados.

 

connectivity airports

 

3. Seguridad e identidad digital

El pasaje por la seguridad de un aeropuerto será muy diferente a la rutina de quitarnos abrigos, cinturones y hasta zapatos. En unos años estos controles se harán simplemente caminando a través de un pasillo equipado con sensores. Los pasajeros y su equipaje serán reconocidos en forma automática y tampoco será necesario presentar documentos físicos. La identidad digital y tokens específicos para viajar serán las herramientas con que contará el pasajero para controlar qué información de su identidad es compartida y con qué finalidad. Una IA especializada medirá en forma constante si hay riesgos o brechas de seguridad con la información de los pasajeros. La información sensible será controlada por los gobiernos, con sistemas automatizados y colaborativos para aprobar (o no) las etapas de cada viaje. Las compañías aéreas no serán ya responsables del procesamiento de datos de los pasajeros para los controles de seguridad fronterizos.

4. API y servicios al pasajero bajo demanda

Los aeropuertos digitalizarán sus servicios y reducirán su complejidad separándolos en diferentes servicios de datos que se podrán compartir mediante interfaces de programación de aplicaciones o API. Estas API darán lugar a una mayor colaboración entre aeropuertos y empresas para innovar en la calidad de los servicios, personalizando la oferta y sirviendo las necesidades del pasajero más allá del propio aeropuerto. Es el caso por ejemplo de la recogida y entrega de maletas directamente en la residencia, oficina u hotel, o del check-in y pasaje por aduanas, que podrán hacerse previo a la llegada al aeropuerto gracias a nuevos sistemas de etiquetado y seguimiento.