La infraestructura IT de las empresas se adapta al trabajo en remoto

Mitesh Chauhan, Senior Product Manager

Durante los últimos años las empresas han implementado con más frecuencia iniciativas para facilitar el trabajo en remoto, permitiendo así a sus empleados trabajar desde casa. La capacidad de trabajar en remoto ha demostrado ser más relevante aún en tiempos de crisis como la actual pandemia provocada por el COVID-19. Un estudio reciente a nivel mundial destaca que el 88% de las empresas ha fomentado o requerido entre sus empleados que trabajen desde su casa para detener la expansión del virus.

Muchas corporaciones ya contaban con una parte de sus empleados trabajando en remoto y habían diseñado sus entornos IT con los canales digitales, tecnología y conectividad requeridos para soportar el acceso a sus sistemas. Pero las empresas no estaban preparadas para el flujo urgente y excepcional que se ha producido para trabajar desde casa. En consecuencia, las compañías se enfrentaron al desafío de asegurar el acceso remoto y de alto rendimiento a la nube, imprescindible para mantener el ritmo interno del trabajo y proporcionar un servicio sin fallos a sus clientes externos.

Cuando se planifica por primera vez una infraestructura IT basada en la nube, muchas empresas asumen que la mayoría de los usuarios internos la utilizarán desde la sede corporativa. Lo usual es que un punto de acceso conecte al edificio sede hasta la nube, es decir, una conexión privada diseñada específicamente para acelerar la transmisión de datos hasta los empleados vía la red interna.

Para tomar en cuenta a la proporción de empleados que acceden en remoto, se establecen conexiones a través de internet hasta el punto de acceso privado. Por ejemplo, si un 30% de los empleados trabaja a diario en remoto, los entornos IT se ajustan para distribuir esta carga a través de internet, mientras que el 70% restante accede directamente a través del punto de acceso privado. La conectividad del negocio puede sostener ese 30% de la plantilla accediendo a cargas de trabajo en remoto y optimiza el tráfico combinado interno y remoto que se conecta a través del punto de acceso.

El crecimiento inesperado de los accesos remotos trae consigo una carga considerable a la infraestructura IT de las empresas. Muchas de ellas no están preparadas para que el 100% de su plantilla se conecte en remoto. Un aumento en el número de conexiones remotas puede causar fallos y crear problemas tanto para la empresa como para sus clientes. Puede suceder que los empleados no sean capaces de acceder a la red de la compañía y que las aplicaciones sean muy lentas o dejen de funcionar directamente. Esta situación afectará a sus clientes, quienes no recibirán los servicios de su proveedor con la calidad y velocidad esperadas.

La distribución alivia la carga

Para estar preparado ante situaciones imprevistas, las compañías pueden aumentar su conectividad y ancho de banda creando múltiples puntos de acceso a sus plataformas cloud en distintas regiones geográficas. Si el personal en diferentes ubicaciones requiere acceso a cargas de trabajo a través de un único punto de acceso en las oficinas, notará la lentitud en la conexión. En vez de lidiar con este cuello de botella, las empresas pueden colocar sus cargas de trabajo en distintas regiones para aliviar el tráfico. Si las cargas IT están alojadas en varias zonas geográficas, las compañías pueden acceder ágilmente a sus recursos en forma distribuida. La diversificación del acceso a las plataformas cloud minimiza disrupciones en el negocio en situaciones de crisis que requieran mayor capacidad de trabajo en remoto.

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