Por qué ver Netflix no es tan malo como lo pintan

¿Cuál es el impacto medioambiental de los centros de datos cuando ves tu serie preferida online?

En los últimos meses se han difundido varios artículos sobre el impacto en el medioambiente del uso de las plataformas de streaming. El auge de las series y películas online se ha visto erróneamente asociado al aumento del consumo de energía eléctrica y de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de los elementos que intervienen en el streaming: los dispositivos de usuarios, la infraestructura de redes y los centros de datos.  

En una investigación publicada recientemente en Science, un grupo de científicos ha realizado nuevos cálculos del consumo eléctrico de dicha cadena de elementos, en base a datos provenientes de la Agencia Internacional de la Energía (IEA), de la venta de servidores a nivel mundial y del despliegue de redes telco y de distribución de contenido.  El resultado muestra que la realidad del impacto medioambiental es en torno a 30-60 veces menor de lo que se suponía. 

 

Más tráfico de datos, mayor carga IT… con menos uso de energía 

La clave de que dicho impacto sea mucho menor de lo que se creía es el nivel de eficiencia energética alcanzado tanto en equipos IT como en la gestión de centros de datos durante la última década. En 2018, los centros de datos en todo el mundo utilizaron 198 teravatios-hora (TWh) de electricidad, que equivale al 1% de la demanda global de energía. Este consumo energético se ha mantenido estable desde el año 2015, a pesar de que en el mismo periodo el tráfico de internet se triplicó y las cargas de trabajo IT en centros de datos se duplicaron. 

En el estudio publicado en Science, los científicos se basaron en datos de mercado para deducir la capacidad de computación existente en centros de datos, con datos actualizados de las necesidades de energía de los servidores. Tuvieron en cuenta su creciente eficiencia energética y su vida útil, cada vez más breve.  Hallaron que entre 2010 y 2018 el número de servidores a nivel mundial se multiplicó por 26 y el tráfico de datos entre CPD más de 6 veces. 

Sin embargo, el consumo de energía durante el mismo período solo creció un 6%, lo que representa los avances logrados en la eficiencia energética de los centros de datos. En este periodo destaca además la aparición de los centros de datos cloud e hiperescalares, impulsados por la expansión de los servicios en la nube y los nuevos entornos híbridos. 

En el siguiente gráfico se puede observar la disminución en el número de centros de datos tradicionales o corporativos, que encuentran dificultades tanto para el crecimiento como para la gestión más eficiente de sus recursos de energía y refrigeración. 

 

Demanda global de energía por tipología de centro de datos (tradicional, cloud e hiperescalar) 

iea data centres energy

Fuente: Global data centre energy demand by data centre type", IEA, Paris

 

La construcción de centros de datos hiperescalares para alojar la infraestructura de los grandes proveedores cloud y el uso cada vez más extendido de la computación en la nube han contribuido a estabilizar la demanda de energía eléctrica. 

Gracias a las mejoras en la eficiencia del hardware y de la gestión de la infraestructura de centros de datos, se prevé inclusive una disminución en la demanda energética de los data centers para 2021, que no superaría entonces los 191 TWh/año, a pesar del aumento que se registrará en las cargas IT y en el tráfico de datos. 

 

Un futuro con más servicios digitales 

En los próximos años los servicios cloud continuarán su expansión entre empresas y personas, en paralelo al aumento global del número de usuarios online. El streaming de contenido audiovisual y de videojuegos multiplica audiencias gracias a la captación de nuevos suscriptores y al lanzamiento de nuevas plataformas. Destaca en los últimos meses el aumento en el consumo de entretenimiento online, provocado por el confinamiento para contener la pandemia del COVID-19. Un ejemplo es el caso de Netflix, que ha publicado sus resultados para el primer trimestre de 2020. Su previsión era un aumento de suscripciones en torno a los 7 millones; esas expectativas se han visto superadas como una consecuencia inesperada de la crisis global, alcanzando casi 16 millones de nuevos abonados en el periodo.  

Por otra parte, tecnologías como la inteligencia artificial, el Internet de las Cosas (IoT) o el aprendizaje automático (machine learning) requerirán más capacidad de computación y en consecuencia más energía para dicha infraestructura. Es de destacar el desarrollo acelerado en el sector de la salud: como consecuencia de la pandemia adoptará de forma masiva herramientas para la telemedicina y la monitorización en remoto. 

La especialización de los centros de datos jugará un papel relevante en la búsqueda de mayor eficiencia energética. Falta por determinar si los centros de datos tienen aún margen para ganar en eficiencia energética al mismo ritmo de los últimos años. Principalmente deben asegurar el suministro de energías renovables para alimentar sus instalaciones y minimizar los efectos negativos de las emisiones de carbono.