Cuando Interxion aterrizó en Madrid hace 20 años con su primer centro de datos, los requerimientos de la infraestructura IT eran muy diferentes a los actuales. En ese entonces, los clientes instalaban equipos para servicios de conectividad, ya que eran principalmente operadores de telecomunicaciones.
Esos equipos no eran exigentes en lo que a energía eléctrica o refrigeración se refiere. Con el paso de los años, nuevos clientes llegaron al centro de datos: las corporaciones y los proveedores de servicios IT, que traían consigo servidores y equipos con otras necesidades. El centro de datos comienza a crecer y a habilitar nuevas salas para albergar clientes que necesitarán más capacidades de electricidad y refrigeración.
Para cuando comienza a operar MAD2, el segundo centro de datos de Interxion en Madrid, ya están llegando los proveedores cloud y las plataformas de contenido, y con ellos nuevos requisitos para sus instalaciones. En paralelo y con el paso de los años las comunidades de clientes en MAD1 también realizan renovaciones tecnológicas y aumentan sus necesidades de potencia eléctrica y refrigeración.
Se hace evidente que MAD1, el edificio original, en funcionamiento desde el año 2000, necesitará una adecuación de sus sistemas de refrigeración para hacer frente a la nueva demanda y al mismo tiempo aumentar su eficiencia.

El proyecto de adecuación llevado adelante tenía una exigencia muy específica: que todas las etapas del mismo se realizaran sin afectar la operativa de los clientes. Como lo expresó Javier Montemayor, director de Operaciones de Interxion en Madrid, “el símil sería el cambio de los motores de un avión, en pleno vuelo, sin incidencias y con un aterrizaje perfecto.”
En el año y medio que han llevado los trabajos, se instaló un segundo anillo de refrigeración y se han cambiado más de 40 unidades de refrigeración en salas técnicas. Estas unidades o CRAC se autorregulan en forma independiente según la demanda y fueron hechas a medida para Interxion. Proporcionan información muy valiosa sobre la exigencia de refrigeración de los equipos IT en cada sala, facilitando así la realización de estudios de eficiencia energética.
La última fase del proyecto se concentró en la sustitución de las enfriadoras en la cubierta del edificio. Los nuevos equipos cuentan con mayor capacidad de refrigeración y pueden triplicar las horas de free cooling, con lo cual aumenta su eficiencia energética (se pasa de 2.700 horas/año a 7.700 horas/año).

Es destacable además la evolución en estas dos décadas de la configuración del rango de temperatura de impulsión del aire. Los servidores hoy no necesitan temperaturas tan bajas como hace algunos años; las enfriadoras trabajan actualmente con un set point de entre 20 y 30ºC. La infraestructura de refrigeración aumenta su vida útil al no forzar sus elementos, y contribuye además a la sostenibilidad del centro de datos.
En este vídeo hemos recogido la última fase del proyecto: la instalación de las nuevas enfriadoras en la cubierta de MAD1, el primer edificio de Interxion en Madrid.